Funcionarios de Grasso secuestraron cargamento de carne a la Proveeduría de Petroleros, y la usaron para hacer un asado

El hecho generó malestar en la dirigencia de la Mutual 12 de Septiembre, debido a que se habían resguardado todos los cuidados necesarios para transportar este tipo de cárnicos. Incluso las actas del Senasa certificaban el buen estado de las mismas. Sin embargo, la animosidad del municipio de Río Gallegos contra el Sindicato Petrolero no es nueva, y se remonta a varios años. Y en este caso, sumó un nuevo capítulo.

Además, el área de bromatología del municipio riogalleguense no tiene jurisdicción en el lugar donde se produjo el decomiso, en el destacamento Güer Aike.

"Nuestros procesos logísticos están diseñados bajo estándares rigurosos y cuentan con sistemas de trazabilidad certificados, garantizando una supervisión completa y transparente en cada etapa. Además, nuestros proveedores operan conforme a las normativas vigentes y están debidamente habilitados por los organismos competentes. Es importante señalar que nuestra entidad no presenta antecedentes de sanciones ni denuncias formales que comprometan su cumplimiento normativo" manifestaron en un documento que circuló en redes sociales desde la Mutual 12 de Septiembre.

Pero en una situación inédita, la carne secuestrada no fue arrojada en una cava ni descartada en un depósito de residuos, sino que, según afirman desde el sector petrolero, "fue distribuida entre los inspectores y personas cercanas al sector político encabezado por Pablo Grasso, debido a que se encontraba en buen estado." Un claro ejemplo de abuso de autoridad, mal desempeño de la función pública, picardía y corrupción.