Leguizamón: "Gardonio rompió el acuerdo y se alió con Reyes a espaldas nuestras"El vicegobernador dialogó con Radio Mediática 98.9 sobre la última convención radical y el acuerdo que había con Daniel Gardonio quien optó por sumar sus convencionales a los de Roxana Reyes. También detalló que Leonardo Roquel es quien no quiere afiliarlo nuevamente al Partido.
Tras la reciente convención del radicalismo provincial, el dirigente Fabián Leguizamón dialogó con Radio Mediática 98.9 y se pronunció con fuerza sobre lo sucedido, haciendo una cruda autocrítica del estado actual del partido y denunciando maniobras internas que buscan excluirlo.
"Creo que la gran ganadora de esta convención fue Roxana Reyes, sin lugar a dudas. Con solo ocho convencionales logró imponer al presidente de la convención y marcar la hoja de ruta del partido, cuando sumábamos 18 convencionales, entre Gardonio y yo", aseguró Leguizamón. Según detalló, él contaba con 11 convencionales y Gardonio con 7, pero este último incumplió un acuerdo previo y terminó pactando con Reyes a espaldas de su sector.
Leguizamón también explicó que la convención no tuvo debate, porque los acuerdos ya estaban cerrados la noche anterior. "Fue una convención expréss. Se definieron las autoridades y se armó una mesa de acción política que va a tener representación del sector de Reyes y otros espacios internos. Pero no se discutió el fondo, no hubo espacio para la autocrítica que el radicalismo necesita".
Respecto a esa mesa, criticó la presencia de intendentes: "No me parece bueno que los intendentes integren este tipo de órganos partidarios. Tienen que defender sus localidades y ponerlos a negociar políticamente los pone en una posición incómoda, hasta institucionalmente cuestionable".
Además, denunció obstáculos concretos para continuar participando activamente en el partido: "Estoy haciendo los trámites y me costó más que sacar un crédito de 200 millones. No me querían firmar la ficha. Leo Roquel, junto con la secretaria del partido, me lo trabaron. Gracias a que hablé con Daniel Roquel, que intercedió, se está destrabando. Lo quiero destacar públicamente, porque la intención era clara: no querían que me sumara porque tengo una mirada crítica".
Leguizamón remarcó que no es una crítica nueva. "Hace años vengo señalando la conducción partidaria. Me fui porque el partido estaba manejado por el costismo. Ahora dicen que son ex costistas, pero están todos juntos de nuevo".
También planteó que el radicalismo debe definir con urgencia su estrategia electoral y su identidad: "Necesitamos una mirada común, un verdadero debate de ideas. Hay que resolver qué tipo de frente vamos a construir y quiénes lo van a representar. Todo acuerdo debe ser validado por la convención".
A pesar de las tensiones internas, Leguizamón llamó a la unidad desde la diversidad: "El radicalismo es un partido de más de 100 años y no va a desaparecer. Hay muchos dirigentes valiosos en el interior, tenemos diputados, concejales, intendentes, un vicegobernador. Depende de nosotros potenciar eso, aportar desde cada lugar y trabajar juntos para reconstruirlo".
Tras la reciente convención del radicalismo provincial, el dirigente Fabián Leguizamón dialogó con Radio Mediática 98.9 y se pronunció con fuerza sobre lo sucedido, haciendo una cruda autocrítica del estado actual del partido y denunciando maniobras internas que buscan excluirlo.
"Creo que la gran ganadora de esta convención fue Roxana Reyes, sin lugar a dudas. Con solo ocho convencionales logró imponer al presidente de la convención y marcar la hoja de ruta del partido, cuando sumábamos 18 convencionales, entre Gardonio y yo", aseguró Leguizamón. Según detalló, él contaba con 11 convencionales y Gardonio con 7, pero este último incumplió un acuerdo previo y terminó pactando con Reyes a espaldas de su sector.
Leguizamón también explicó que la convención no tuvo debate, porque los acuerdos ya estaban cerrados la noche anterior. "Fue una convención expréss. Se definieron las autoridades y se armó una mesa de acción política que va a tener representación del sector de Reyes y otros espacios internos. Pero no se discutió el fondo, no hubo espacio para la autocrítica que el radicalismo necesita".
Respecto a esa mesa, criticó la presencia de intendentes: "No me parece bueno que los intendentes integren este tipo de órganos partidarios. Tienen que defender sus localidades y ponerlos a negociar políticamente los pone en una posición incómoda, hasta institucionalmente cuestionable".
Además, denunció obstáculos concretos para continuar participando activamente en el partido: "Estoy haciendo los trámites y me costó más que sacar un crédito de 200 millones. No me querían firmar la ficha. Leo Roquel, junto con la secretaria del partido, me lo trabaron. Gracias a que hablé con Daniel Roquel, que intercedió, se está destrabando. Lo quiero destacar públicamente, porque la intención era clara: no querían que me sumara porque tengo una mirada crítica".
Leguizamón remarcó que no es una crítica nueva. "Hace años vengo señalando la conducción partidaria. Me fui porque el partido estaba manejado por el costismo. Ahora dicen que son ex costistas, pero están todos juntos de nuevo".
También planteó que el radicalismo debe definir con urgencia su estrategia electoral y su identidad: "Necesitamos una mirada común, un verdadero debate de ideas. Hay que resolver qué tipo de frente vamos a construir y quiénes lo van a representar. Todo acuerdo debe ser validado por la convención".
A pesar de las tensiones internas, Leguizamón llamó a la unidad desde la diversidad: "El radicalismo es un partido de más de 100 años y no va a desaparecer. Hay muchos dirigentes valiosos en el interior, tenemos diputados, concejales, intendentes, un vicegobernador. Depende de nosotros potenciar eso, aportar desde cada lugar y trabajar juntos para reconstruirlo".