Grasso lanzó el Plan Invernal, donde lo único garantizado es la salUn intendente que se muestra sofisticado a la hora de organizar eventos musicales, no es lo mismo al momento de establecer un Plan contra un invierno que va afectar a más de la mitad de la población, sobre todo a varios barrios que no tienen servicios y que él mismo entregó. Mientras sigue gastando millones en pequeñas obras no prioritarias, no realiza los aporte a la caja de Previsión Social ni a a la Obra social, reclama que no le alcanzan los fondos municipales y que Provincia y Nación deben hacerse cargo.
Pablo Grasso presentó el tan esperado "Plan de Contingencia Invernal 2025". La estrategia incluye toneladas de sal, protocolos ante lluvias, nieve y hielo, y una esperanza ferviente de que YCRT mande carbón antes de que llegue el "apocalipsis blanco".
Según el plan, cualquier cosa que caiga del cielo será clasificada con una alarma: si llueve mucho, alarma 1. Si nieva más de 10 cm, alarma 2. Y si el hielo convierte la ciudad en una pista de patinaje, alarma 3 (con música opcional de Frozen).
En palabras del propio Grasso: " Le pedimos a la provincia que colabore con el gas y el carbón, pero lamentablemente no nos mandaron el carbón, lo mandaron a Río Negro", dijo e informó que ahora se espera una respuesta de la empresa YCRT para ver si se puede traer carbón a la ciudad.
"Ya la compramos y está en la ciudad", anunció Grasso con orgullo, mientras evitaba cuidadosamente mencionar que no hay inversión en maquinaria adecuada para distribuirla, que la recolección de residuos es esporádica y a veces inexistente, que el personal trabaja sin la ropa adecuada para enfrentar temperaturas bajo cero, y que las paritarias brillan por su ausencia.
Eso sí: plazas nuevas, monumentos relucientes y fiestas para todos los gustos siguen apareciendo como hongos después de la lluvia. Aparentemente, una ciudad congelada es más llevadera si se congela con una buena selfie frente a una estatua recién inaugurada.
Mientras tanto, los trabajadores municipales siguen esperando condiciones dignas, la basura se acumula con la misma velocidad con la que se inauguran pérgolas, y el invierno se acerca con pasos firmes.
Grasso cerró el evento llamando a la comunidad a "trabajar unida" ante el invierno que se viene. Y aunque los vecinos estarían encantados de colaborar, algunos se preguntan si el municipio planea alguna vez trabajar por su cuenta en lo realmente importante.
Pablo Grasso presentó el tan esperado "Plan de Contingencia Invernal 2025". La estrategia incluye toneladas de sal, protocolos ante lluvias, nieve y hielo, y una esperanza ferviente de que YCRT mande carbón antes de que llegue el "apocalipsis blanco".
Según el plan, cualquier cosa que caiga del cielo será clasificada con una alarma: si llueve mucho, alarma 1. Si nieva más de 10 cm, alarma 2. Y si el hielo convierte la ciudad en una pista de patinaje, alarma 3 (con música opcional de Frozen).
En palabras del propio Grasso: " Le pedimos a la provincia que colabore con el gas y el carbón, pero lamentablemente no nos mandaron el carbón, lo mandaron a Río Negro", dijo e informó que ahora se espera una respuesta de la empresa YCRT para ver si se puede traer carbón a la ciudad.
"Ya la compramos y está en la ciudad", anunció Grasso con orgullo, mientras evitaba cuidadosamente mencionar que no hay inversión en maquinaria adecuada para distribuirla, que la recolección de residuos es esporádica y a veces inexistente, que el personal trabaja sin la ropa adecuada para enfrentar temperaturas bajo cero, y que las paritarias brillan por su ausencia.
Eso sí: plazas nuevas, monumentos relucientes y fiestas para todos los gustos siguen apareciendo como hongos después de la lluvia. Aparentemente, una ciudad congelada es más llevadera si se congela con una buena selfie frente a una estatua recién inaugurada.
Mientras tanto, los trabajadores municipales siguen esperando condiciones dignas, la basura se acumula con la misma velocidad con la que se inauguran pérgolas, y el invierno se acerca con pasos firmes.
Grasso cerró el evento llamando a la comunidad a "trabajar unida" ante el invierno que se viene. Y aunque los vecinos estarían encantados de colaborar, algunos se preguntan si el municipio planea alguna vez trabajar por su cuenta en lo realmente importante.